Sánchez, el más bravo entre los dominicanos...
En memoria de tu natalicio querido padre de la patria, me es necesario escribir unas líneas para saludarte y hacer remembranzas de todos los hechos heróicos que hiciste durante tu corta pero bravía existencia. Eres parte de una estirpe de dominicanos que está extinta pero jamás olvidada.
Como buen dominicano que fuiste, el orgullo por tu patria era mayor que la necesidad preservar tu vida misma. Lo describiste de una manera singular cuando Pedro Santana te envió al exilio y decidiste regresar a tu país vía Haití, donde pronunciaste esas emotivas palabras:
” Entro por Haití por no puedo hacerlo por otra parte, más si alguien pretender mancillar mi nombre por eso, decidle que soy la bandera nacional”.
Querer descifrar lo que la República Dominicana significó para ti varón ilustre como te llame el himno con el que te honramos, creo que es una tarea bien difícil, especialmente para las nuevas generaciones de dominicanos. Debo informarte Sánchez, que en nuestras escuelas los estudiantes no conocen lo que antes llamábamos Moral & Cívica.
Aquella materia que se impartía dos veces a la semana cual objetivo principal era forjar amor hacia nuestra patria. Francisco del Rosario Sánchez eres el único patriota dominicano que tuvo que luchar en dos iniciativas para mantener a su país libre y soberano. Luchaste en la guerra de la Independencia de la Republica contra el yugo haitiano, contra Charles Herard, y también luchaste con vehemencia en contra de Pedro Santana para impedir la anexión de la República Dominicana a España.
Estas acciones te convierten en dos veces Prócer de la Patria. Hoy repasé el histórico saludo de Gastón F. Deligne hacia nuestra bandera y me puse a pensar tu complicidad con tu tía María Trinidad Sánchez, cuando la misma estaba diseñando la enseña tricolor. Como fuiste un buen estratega político, me imagino a ustedes discutiendo el impacto que la misma tendría una vez esta fuera enarbolada por primera vez en nuestro suelo dominicano para liberarnos de una vez por toda del yugo haitiano. Creo casi poderte oír discutir sobre los detalles de cómo la misma luciría y la escogencia donde la bandera seria enarbolada en la Puerta del Conde, al grito de Dios, Patria & Libertad, ahí mismo quedó fundada la República Dominicana.
Sánchez, el himno que cantamos en tu honra reza que tuviste fiero anatema para el traidor, siempre estuviste rodeado de los mismos, más aun siempre saliste airoso de los detractores en tu época y de todos aquellos gobernantes absurdos que quisieron interponer distancia entre tú y tu República Dominicana.
Tu espíritu patriota fue indomable y lo demostraste en el ocaso de tu existencia cuando en el juicio que se llevó en tu contra absolviste a todos tus compañeros de culpa alguna el cual desembocó en tu fusilamiento; tuviste el coraje de expresar:
“Para enarbolar el pabellón dominicano fue necesario derramar la sangre de los Sánchez, para arriarlo se necesita también la de los Sánchez".
Tus últimas palabras te consagran como un verdadero héroe que creyó y vivió por y para la patria: “Decid a los dominicanos que muero con la patria y por la patria...y a mi familia, que no recuerde mi muerte para vengarla”
Aunque tu vida fue cegada cuando apenas tenías 44 años de edad, tus hazañas, tu devoción hacia la patria y tu gran empeño de forjar una patria libre para las futuras generaciones te consagran entre uno de los grandes Dominicanos de todos los tiempos.
Que el amor que sintió Sánchez por su patria, por su Bandera toque nuestros corazones para que de igual modo aprendamos a amar a nuestra tierra a nuestros símbolos patrios.
Carta a Francisco del Rosario Sánchez
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