Aproximadamente el 70 % de la superficie terrestre está cubierta de agua, aunque aproximadamente solo el 2 % es dulce y el 0.025 % es potable. Por ello debe conservarse y cuidarse. |
El #DiaMundialDelAgua se propuso en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo efectuada en Río de Janeiro, Brasil del 3 al 14 de junio de 1992.
El 70% de la superficie de la Tierra está cubierta de agua; sin embargo, solo un pequeño porcentaje, el 0,025%, es apta para el consumo humano. Un recurso limitado cuya demanda, según las previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se disparará globalmente hasta un 55% entre los años 2000 y 2050.
Solo el 0,025% del agua de la tierra es potable.
El volumen total de agua en la Tierra es de 1.386 millones de kilómetros cúbicos |
El 70% de la superficie de la Tierra está cubierta de agua; sin embargo, solo un pequeño porcentaje, el 0,025%, es apta para el consumo humano. Un recurso limitado cuya demanda, según las previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se disparará globalmente hasta un 55% entre los años 2000 y 2050.
En este día es oportuno decir y presentar que en dicha conferencia en Río De Janeiro el entonces Primer Ministro de Cuba Fidel Castro Ruz en su alocución expuso lo siguiente:
DISCURSO PRONUNCIADO EN RÍO DE JANEIRO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO EN LA CONFERENCIA DE NACIONES UNIDAS SOBRE MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO, EL 12 DE JUNIO DE 1992.
Sr. Presidente de Brasil, Fernando Collor de Mello;
Alocución de Fidel Castro |
Sr. Presidente de Brasil, Fernando Collor de Mello;
Sr. Secretario General de Naciones Unidas, Butros Ghali;
Excelencias:
Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre.
Ahora tomamos conciencia de este problema cuando casi es tarde para impedirlo. Es necesario señalar que las sociedades de consumo son las responsables fundamentales de la atroz destrucción del medio ambiente. Ellas nacieron de las antiguas metrópolis coloniales y de políticas imperiales que, a su vez, engendraron el atraso y la pobreza que hoy azotan a la inmensa mayoría de la humanidad. Con solo el 20 por ciento de la población mundial, ellas consumen las dos terceras partes de los metales y las tres cuartas partes de la energía que se produce en el mundo. Han envenenado los mares y ríos, han contaminado el aire, han debilitado y perforado la capa de ozono, han saturado la atmósfera de gases que alteran las condiciones climáticas con efectos catastróficos que ya empezamos a padecer.
Los bosques desaparecen, los desiertos se extienden, miles de millones de toneladas de tierra fértil van a parar cada año al mar. Numerosas especies se extinguen. La presión poblacional y la pobreza conducen a esfuerzos desesperados para sobrevivir aun a costa de la naturaleza. No es posible culpar de esto a los países del Tercer Mundo, colonias ayer, naciones explotadas y saqueadas hoy por un orden económico mundial injusto.
La solución no puede ser impedir el desarrollo a los que más lo necesitan. Lo real es que todo lo que contribuya hoy al subdesarrollo y la pobreza constituye una violación flagrante de la ecología. Decenas de millones de hombres, mujeres y niños mueren cada año en el Tercer Mundo a consecuencia de esto, más que en cada una de las dos guerras mundiales. El intercambio desigual, el proteccionismo y la deuda externa agreden la ecología y propician la destrucción del medio ambiente.
Si se quiere salvar a la humanidad de esa autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la Tierra. No más transferencias al Tercer Mundo de estilos de vida y hábitos de consumo que arruinan el medio ambiente. Hágase más racional la vida humana. Aplíquese un orden económico internacional justo. Utilícese toda la ciencia necesaria para un desarrollo sostenido sin contaminación. Páguese la deuda ecológica y no la deuda externa. Desaparezca el hambre y no el hombre.
Cuando las supuestas amenazas del comunismo han desaparecido y no quedan ya pretextos para guerras frías, carreras armamentistas y gastos militares, ¿qué es lo que impide dedicar de inmediato esos recursos a promover el desarrollo del Tercer Mundo y combatir la amenaza de destrucción ecológica del planeta?
Cesen los egoísmos, cesen los hegemonismos, cesen la insensibilidad, la irresponsabilidad y el engaño. Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo.
Fin del discurso.
Yefri Rivera Duvergé
Activista Ecológico y Defensor del Medio Ambiente.
Baní, Prov. Peravia, República Dominicana
''Una gota de agua es flexible. Una gota de agua es poderosa. Una gota de agua es más necesaria que nunca. La humanidad necesita agua.''
Yefri Rivera Duvergé
Activista Ecológico y Defensor del Medio Ambiente.
Baní, Prov. Peravia, República Dominicana
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