Victor Acosta
Estudiante de Medicina UASD, Dirigente Estudiantil
Estudiante de Medicina UASD, Dirigente Estudiantil
Desde el inicio de la historia antigua y moderna, el rol de paternidad ha sido relegado a la tarea de conseguir comida, bienes, manutención o en palabras simples, proveer. |
Empezando por la definición más tradicional de paternidad, ofrecida por la Real Academia Española de lenguas: “Cualidad de padre”. Atribuida a la característica del sexo masculino conocida como sustento. Desde el inicio de la historia antigua y moderna, el rol de paternidad ha sido relegado a la tarea de conseguir comida, bienes, manutención o en palabras simples, proveer. La figura del neandertal cazador, lanza en mano detrás de una presa para alimentar a los que están bajo su cuidado sería un claro ejemplo de la fase más primitiva de la paternidad.
Aunque debajo de esta capa de simplicidad están los pequeños detalles que hacen esta, una parte esencial del desarrollo de los infantes. Empezando por la enseñanza, fase crucial de la etapa de crecimiento.
El traspaso de las tradiciones, costumbres y conocimiento es algo que la paternidad ha realizado de manera discreta, en experiencias compartidas, avisos o relatos pueden ser los momentos donde esta característica sobresale por sobre el rol de proveedor.
Otra característica ligada directamente a la fase primitiva antes mencionada, es la protección. Donde el rol de cazador antiguo, se mezcla con el de un protector que está atento a cualquier amenaza que podría perjudicar de manera inmediata el bienestar de sus protegidos.
En la época moderna, podría atribuirse a un rol pasivo. Donde en todo momento se busca ofrecer protección contra aquello que podría ser una amenaza, sin importar donde se encuentre. Anteponiendo en todo momento el bienestar de sus seres queridos ante cualquier situación.
El rol de continuar las tradiciones: Algo tan sencillo como un nombre, puede ser algo que marque la vida de los niños y adolescentes. Contexto: un joven se empieza a preguntar quién es, o su propia identidad. Entonces busca una fuente de referencia, sus padres. En su árbol genealógico, su bisabuelo, su abuelo, su padre, el joven en cuestión y su hermano menor poseen el mismo nombre y apellido. Desde el punto de vista adolescente, la similitud es increíble. Encontrar que eres parte de un linaje “secreto” que puede funcionar gracias a la tradición de un nombre, es algo conmovedor.
La corrección. Un tema tabú en toda regla, debido a la inclinación del sexo masculino a la violencia y el combate. Puede que la complexión muscular, mayor densidad en los huesos, y normalmente una prevalencia de la hormona masculina, testosterona. Características que pueden ser confundidas con ofensivas, son más bien defensivas. La evolución provee a los seres humanos de herramientas defensivas en todos sus sentidos. La espalda es la parte más resistente, aquí se encuentran algunos de los grupos musculares más amplios y resistentes.
La defensa es necesaria, ya que a la hora de corregir la conducta de un joven en crecimiento, con la agresión en su punto máximo, se debe de darle su espacio y estar dispuesto a recibir daño, dejarlo ver cómo sus acciones causan dolor a los demás. Soportando su confusión, dándole la espalda, pero jamás abandonándolo, ya que hay caminos que no pueden ser recorridos en compañía.
El rol paterno es el llamado a corregir aquellas acciones que se creen equivocadas, un ejemplo de esto:
“Deja que venga tu padre, que él te va a corregir”.
Claramente algo que la gran mayoría de los adultos, jóvenes, milenials, incluso nuestros abuelos compartirán experiencias similares. La violencia es usada, porque como humanos que somos, la vara con que nos midieron, es aquella que usaremos cuando llegue nuestro momento de medir.
LA PANDEMIA
El tema principal de este escrito es comprobar cómo este rol antes descrito se ha modificado gracias a la situación atravesada por el mundo.
Por palabras de un anónimo: “Ahora tengo más tiempo, aunque antes de la pandemia siempre trataba de que el poco tiempo que pasaba con el niño fuera de calidad. Ahora, cuando toca corregir algo, le hablo y trato de hacerlo sin darle golpes. Pero cuando debo corregirlo e verdad, trato de solo hacerlo darse cuenta de que está mal lo que hizo. Pero el entiende y aprende rápido, sabe que hay cosas que lo meterán en problemas y no las hace.”
La cantidad del tiempo en familia es algo que no se negará que aumentó gracias al coronavirus, pero a qué costo?
Quizás demasiado tiempo sea malo y cree dependencia hacia los padres y al control, algo que al escritor de este texto le ha tocado experimentar mientras crecía. Pero en toda regla, la paternidad es algo que será infravalorado por la importancia de la mujer y su superioridad actual sobre el hombre, aparte de la mala imagen dejada por la historia moderna y antigua sobre el sexo masculino.
Víctor
Acosta
Estudiante de Medicina, Dirigente Estudiantil UASD
489 357 7224
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